Las variedades de la lengua española y su enseñanza.

jueves, 17 julio 2014

Francisco Moreno Fernández

Arco Libros, Madrid, 2010. 259 pp.

La enseñanza de la lengua española se realiza siempre a través de alguna de sus variedades, pero ¿qué variedad enseñar? Tras repasar los principios esenciales en torno a la variación lingüística y esclarecer engañosas equiparaciones sobre lengua estándar, correcta, culta, general, internacional o dialecto de prestigio, el autor lleva a cabo una labor de síntesis sobre los rasgos más generales de las variedades en América, España, África y Asia. De tal mosaico se desprende que es vital establecer un modelo que oriente al profesorado de lengua española en su labor docente.

La base de tal modelo básicamente parte de una planificación social, llevada a cabo por el Instituto Cervantes, y otra puramente lingüística. Una labor de planificación de corpus que ha cristalizado en obras académicas de muy reciente aparición con el siguiente sesgo: Una mayor representación del otro lado del Atlántico y una norma culta policéntrica basada, sobre todo, en lo común y en el uso. La propuesta de creación de un nuevo modelo de lengua «internacional» o «globalizado» es otra de las alternativas planteadas. Sin embargo, coincidimos con el autor en que es preferible una mayoría aceptada y enriquecedora que una unanimidad, quizá malinterpretada y empobrecedora.

Reconociendo y respetando la diversidad geolingüística, nos adentramos, en primer lugar, en la reflexión de controvertidas etiquetas; por un lado, las que designan los conceptos. Las variedades de la lengua espa ñola y su enseñanza, de lengua materna, primera, nativa y de herencia y, por otro, las relativas a lengua segunda versus extranjera. En segundo lugar, asistimos a la diferenciación entre entorno homoglósico y heteroglósico como contextos esenciales para determinar un modelo de enseñanza que, de manera sucinta, debería incluir los siguientes aspectos: Toma de conciencia de la variabilidad y enseñanza de la variedad del entorno, que marcará las directrices de los materiales y recursos; difusión y referencia a la norma culta de referencia (o de la variedad); utilización del entorno homoglósico como recurso altamente rentable; y, por último, resolución de conflictos siempre en aras de la utilidad, las necesidades y las expectativas del aprendiz.

El valor del contexto es tal que el autor nos presenta qué variedades son enseñadas en qué entornos. En España e Hispanoamérica, la variedad predominante es la local que comparte terreno con la multiplicidad de profesorado español y mejicano; en Europa, la castellana, la austral y la chilena; en EEUU, la mexicana donde, además, la enseñanza del español como lengua herencia exige un tratamiento exquisito del aspecto afectivo en el aula; en Brasil, actitud favorable hacia la variedad castellana, la caribeña, la andina y, por encima de todas, la austral; en Asia, la mejicana, la andina y la castellana (Japón, Corea y China) y en Filipinas, elementos peninsulares, americanos indígenas confluyen en el chabacano; en África, predominan el caribeño y el español peninsular con elementos del árabe local y del francés. 

La última parte del trabajo cuestiona una serie prejuicios en torno a las variedades y a su enseñanza. Destacamos, entre otras, las negativas consecuencias derivadas de visiones imperialistas, unívocas y supuestamente inequívocas en relación a concepciones tales como el tratamiento desigual que reciben las diferentes modalidades, el desprecio hacia fenónemos de transferencia como el espanglish o la infravaloración de determinado profesorado por cuestiones de origen.

Al final de cada capítulo, unas breves preguntas (con solucionario) y referencias bibliográficas contribuyen a la reflexión, a ampliar y a dar respuestas a posibles interrogantes. Un glosario final facilita la comprensión de la lectura para el docente menos familiarizado con determinados conceptos.

Esta obra constituye una útil y práctica guía didáctica sobre dialectología y enseñanza por varios motivos. Contiene una introducción de conceptos que facilita la lectura. Recopila rasgos formales básicos de cada una de las variedades. Posee un enfoque claro sobre los factores que determinan la funcionalidad o no de introducir la variación en el aula tomando como punto de referencia a los verdaderos protagonistas involucrados en el proceso.

Por último, zanja posturas trasnochadas al concebir la enseñanza de las variedades de la lengua española como realidades altamente enriquecedoras donde, por encima de todo, lo que debe primar es el equilibrio entre fluidez, corrección, adecuación y satisfacción de las necesidades del aprendiz.

M. P. Guitart Escudero

Universidad de Virginia-HSP

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